Da acceso a la ermita un soportal de tres arcos de medio punto al frente y otro lateral, construido en 1833. El altar mayor está presidido por un gran retablo de estilo barroco bajoextremeño, de autor desconocido. Fue tallado, dorado y pintado en la segunda mitad del s. XVIII. En su camarín se aloja la imagen de candelero de la Virgen de los Remedios, del s.XVII. En los muros laterales se ubican cuatro altares con otros tantos grandes lienzos, dedicados a San Francisco, San Antonio, San José y San Nicolás de Bari. Son copias de escuela sevillana, de obras de autores como Herrera el Joven o Murillo. La ermita, de planta de salón, cuenta con coro alto y sacristía en el lado de la epístola. Al exterior luce espadaña de un solo vano para campana.
En 1829 se instaló junto a la ermita el cementerio parroquial. Se accede a él por puerta de arco de medio punto y doble arquería. Se compone de un gran patio central con soportal en el muro de levante y dos patios laterales, uno adosado a la ermita y otro a lo que fue vivienda de capellanes y ermitaños, levantada en 1682.
Ante la ermita se extiende un buen espacio ajardinado. Todo el conjunto se cierra con muro bajo de tramos enrejados.